Juan no tiene un duro pero vive maravillosamente. Sus noches de juerga y de cabaret son famosas en los ambientes nocturnos de la ciudad. Como heredero de su anciano y riquísimo tío don Patricio, vive subvencionado por sus acreedores a cuenta de la futura herencia. Pero Juan guarda un secreto terrible: hace tiempo que ha sido desheredado. Cuando llega un telegrama anunciando la muerte del tío, Juan regresa a la casa familiar en la Costa Brava. Allí conoce a Ana, una mujer maravillosa, que es la actual heredera de la fortuna familiar.