A primera vista, no ha cambiado mucho dentro de los muros de la Penitenciaría Estatal de Oswald. Schillinger tiene en mente la venganza, Cyril se enfrenta a la ejecución, Beecher espera la libertad condicional y McManus encuentra consuelo en un laberinto meditativo. Pero hay trabajo y problemas en el caldero de Oz, mientras los jugadores de Oz ensayan para su presentación de Macbeth y el culminante acto final.