Cole hace malabarismos con las realidades de su trabajo y su deber de ser un buen padre, ya que él y Murtaugh trabajan juntos para destruir a una pandilla que dirige una estafa de lotería. Murtaugh se prepara para celebrar su 30 aniversario con el LAPD y recibe una visita sorpresa de su competitivo suegro, Don Bennett.